¿Qué es la ilusión? Las ilusiones son el motor de nuestras vidas, nos dirigen a hacer realidad nuestros sueños. Nos impulsan, nos dan energía, alegría y esperanza.
Como ejemplo nos podemos fijar en la Navidad. Es una época donde la luz y el color nos inundan en las calles, donde los niños desbordan ilusión y donde los adultos conectamos con esa parte de nuestra infancia que son las ilusiones.
En el «30º Concurso Escolar ONCE y su Fundación» se confeccionó un «Oncecálogo» de la ilusión:
1.- La ilusión es el motor del Mundo.
2.- Todos somos diferentes pero hay una cosa que nos une, la ilusión.
3.- La ilusión compartida es doble ilusión.
4.- La ilusión es la llave de todas las puertas.
5.- La ilusión es el primer paso para todo.
6.- La ilusión es una enorme fuente de energía diaria.
7.- La ilusión nos hace cruzar barreras imposibles.
8.- La ilusión transforma a las personas y las personas ilusionadas pueden transformas el Mundo.
9.- Con ilusión somos capaces de ver más allá del horizonte.
10.- El idioma de la ilusión se habla en todos los lugares.
11.- La ilusión es contagiosa, siembra un poquito a tu alrededor y verás cómo crece.
La ilusión nos mueve hacia nuestras metas por lo que es algo más que un rasgo o un estado; es un comportamiento. Y por eso podemos aprender a manejarlas para alcanzar mayor bienestar y crecimiento personal.
Podemos asociar la ilusión a emociones como la alegría, la felicidad…. a pensamientos y cogniciones como la confianza en uno mismo, tener proyectos, el valor de lo cotidiano y a la acción de la vida misma.
Sin ilusiones carecemos de metas y objetivos, tenemos expectativas que no son realistas, sino que son ideales debido a que no tenemos metas firmes; nos aumenta la tristeza, la indefensión y en algunos casos desarrollamos depresión, mal humor y sentimientos de dispersión y vacío.
Hay que marcarse expectativas realistas y, en el caso de que esos objetivos no se consigan, la constancia por alcanzarlos dependerán de las atribuciones, es decir; de las causas que atribuimos a las consecuencias de nuestros actos. Además de estas dos variables importantes es esencial el humor y el optimismo, es decir; mirar hacia la vida con unos ojos que consideren que no existen los fracasos sino los resultados de nuestros actos.
No perder las ilusiones dependerá de la motivación intrínseca y de la motivación extrínseca.
Motivadores internos son los autorrefuerzos, pensar en positivo, la planificación de metas y submetas, ser proactivos, ponernos retos, seguridad y tranquilidad en nuestro entorno, equilibrio en nuestra vida laboral y familiar.
Motivadores externos son el dinero, el reconocimiento, la autonomía…
La motivación interna es la que mayor peso tiene a la hora de ir hacia nuestras ilusión, pero si ésta nos falla, siempre podremos mirar hacia los refuerzos externos.
En nuestro día a día donde la rutina, el estrés y los problemas nos asedian, necesitamos pararnos y recuperar la ilusión.
¿Cómo recuperamos la ilusión?
– Teniendo actitudes optimistas, planificando metas realistas y estimulantes así como el tiempo que se va a dedicar a cada paso para su consecución.
– Venciendo creencias limitantes que nos generan inseguridad y sufrimiento.
– Racionalizando pensamientos negativos e irracionales, aprendiendo a autorreforzarnos, utilizando autoinstrucciones positivas, aprendiendo a visualizar en positivo, utilizando la resiliencia en momentos de adversidad.
– Gestionando emociones que nos bloquean y nos alejan de nuestras ilusiones.
– Aprendiendo a guiarnos por objetivos, no por emociones, utilizando la asertividad en nuestras vidas, programándonos actividades placenteras, cuidando nuestra salud física a través del ejercicio y de la alimentación, aprendiendo a tomar decisiones y disfrutando de las personas con las que compartimos nuestras vidas.
Recuerda que todo esto se puede aprender y con ello seguir avanzando hacia nuestras ilusiones y volver de nuevo a disfrutar de nuestra vida, ya que las ilusiones son las que nos sostienen y las necesitamos para vivir plenamente y alcanzar la felicidad.