Tras las vacaciones,y en especial las de Navidad y verano, se incrementan significativamente las demandas de divorcio y separación.
En los periodos vacacionales, se suele poner de manifiesto y se agravan los conflictos familiares, por ello, en relaciones muy desgastadas, los periodos vacacionales pueden ser el detonante para iniciar un divorcio o separación.
Tras las vacaciones, y en especial las de Navidad y verano, se incrementan significativamente las demandas de divorcio y separación.
Entre los factores más determinantes encontramos:
– Relaciones desgastadas desde hace tiempo y parejas que «se han dejado de cuidar».
– Mayor tiempo de estar juntos que propicia mayor número de situaciones de conflicto.
-Los cambios de rutina: el salir de la constancia de lo habitual propicia mayor inestabilidad.
– Salir de la normalidad y a veces no saber gestionarlo.
– Decepción al no cumplir las expectativas: el esperar mucho de los periodos vacacionales, del cónyuge, de la familia, etc. puede provocar decepción, reacciones negativas, de conflicto, de desacuerdos,…
– Estar con familiares y/o amigos con los que habitualmente no se está (principalmente por incompatibilidades)
– Las tradiciones navideñas, que obligan a unas costumbres impuestas, con las que a veces no se está de acuerdo y, por lo tanto, se entra en el periodo vacacional con una actitud negativa.
– El incremento de los gastos en la época de Navidad, puede pone en riesgo la economía familiar y puede haber desacuerdo a la hora de distribuir esos gastos.
– Llevar tiempo tomada la decisión de separarse, pero posponerlo para después de las vacaciones.
– Posponer la separación por la crisis y funcionar bajo la creencia de que ya estamos saliendo de ella: en el año 2016 las demandas de separación se incrementaron un 5,2%.
Todos estos factores, o muchos de ellos, sumados incrementan la probabilidad de iniciar un divorcio o una separación tras un periodo vacacional.
Consejos para evitar esta situación:
– comunicación con tu pareja
– no perder la inquietud por cuidarla y sorprenderla
– Tiempo juntos de ocio
– planificar las vacaciones de forma que las dos partes estén a gusto en lo planificado, habiendo actividades para ambos.
– trabajar una buena distribución de gastos y la planificación de los mismos en periodos fuera de lo habitual, como pueden ser las vacaciones y las Navidades.
– trabajar la distribución de las tareas familiares para que haya una equidad o un acuerdo en los tiempos de dedicación.
– anticipar las actividades con los niños en periodos vacacionales, puesto que pueden ser un desgaste extra con el que no se cuenta.
– contar con un apoyo externo que ayude a tener una visión más objetiva de las situaciones conflictivas o discordantes y puedan ayudar a un desahogo emocional: amigos, familiares, o incluso ayuda profesional, pero muy importante:, todo esto antes de llegar a situaciones extremas de desgaste y deterioro.
Comunicación, tiempo de calidad juntos, igualdad en responsabilidades, ese es el secreto.